sábado, 5 de abril de 2008

Renuncio

Saben, estoy harto, harto de todo. Quisiera desaparecer, ser aniquilado de repente y que nadie sufra mi muerte, para no tener que llevarme eso también al otro mundo.

Me gustaría simplemente renunciar y declararme en bancarrota espiritual para seguir en ésta farsa que es la vida. Quizá ni pudiera pedir ayuda ya que de seguro no la merezco.

Quiero agarrarla de los cachetes y darle un besote que le corte la circulación de los labios, luego meterle una bofetada guajolotera, para inmediatamente decirle gritando, que si le digo las cosas es porque sé que es mejor que eso, y que la amo, luego al dejaría y me largaría de México, por lo menos un año a ver el mundo y llenarme la cabeza de otros paisajes, otros olores, otras visiones… tal vez así sería capaz de encontrar mi destino en ésta pinche vida, o de perdida intoxicarme con esa podredumbre que todo mundo tiene en la cabeza, y poder cruzar esas líneas que todos han pasado para hacerse lo que chingadas madres sean.

No pude dormir en toda la noche pensando en pendejadas, y estoy en éste momento escribiendo esto para desemponzoñarme de lo que los fantasmas me susurran mordaces, del cómo he arruinado mi vida y no valgo nada. Beban pues de la copa de mi furia, dolor y derrota, mientras trato de volver a la cama deseando la muerte del no despertar.


1 comentario:

Fedora dijo...

Gracias por el comentario en post.

Renuncio... cuantas veces he pronunciado esa palabra... como dice Fito Paez "Vivir atormentado de sentido es la parte mas pesada"

Sin embargo supongo que esas sacudidas hacen mas por nosotros, que la resignacion a nuestras vidas